El estado del voto conservador peruano
Según la encuesta
realizada a fines del año pasado por Ipsos Perú sobre orientación política,
económica y social, el 65% de la población peruana tiene tendencia conservadora.
Este resultado no sorprende dada la historia de nuestro país, el apego a las
raíces y las costumbres; pero este dato, al ser trasladado a una realidad
electoral, muestra que la población a pesar de tener una tendencia hacia las
ideas conservadoras –de forma consciente o no–, se encuentra insegura con
respecto al clima electoral, debido a la inestabilidad de los partidos
políticos peruanos. Esta mayoría representa casi el 30% de indecisos o votos
blancos y nulos.
Es prematuro afirmar
que un solo candidato logre capitalizar el total de votos del sector
conservador en Perú, pero podemos tomar como determinante la existencia del
voto evangélico que, a diferencia del voto católico –que representa
aproximadamente el 14% de la población del Perú– es más militante y consecuente
con sus creencias y sus líderes. Así, los partidos de la “derecha” deberán
buscar ese crucial voto conservador, sin que en el intento sea considerado
religioso o extremista, tal como ha sucedido con el partido Renovación Popular.
Más allá de las controversias,
es indudable que su candidatura se encuentra en clara tendencia al alza a un
mes de las elecciones, teniendo a rivales como Yonhy Lescano, Keiko Fujimori, Verónika
Mendoza y Hernando de Soto.
¿Será el voto
conservador un elemento crucial en las elecciones? Si tenemos en cuenta el
polarizado momento que vive la política peruana sobre el aborto, la eutanasia,
el matrimonio igualitario, el enfoque o ideología de género, la respuesta es
simple: sí. Esos asuntos causan estruendo
dentro de una gran mayoría de peruanos que, bajo ciertas circunstancias,
podrían inclinar su voto hacia una propuesta que busque preservar los valores
tradicionales.
Howard Tarazona.